14 de septiembre de 2020
La banda fronteriza residente en Madrid, Aaron Rux & The Crying Cowboys, nos hará vibrar con su directo en cuatro conciertos, gracias a las ayudas de Girando Por Salas, y cabalgarán por la sala la Pecera de Vigo, Cotton Club de Bilbao, L’Oncle Jack de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y ZZ Pub de Málaga.
Desde su llegada a España a comienzos de esta década, Aaron Rux (Spokane, Washington, EEUU) se ha convertido en uno de los agitadores culturales más interesantes de este país. Empezó con un grupo de folk orquestal llamado Akrobats. Un proyecto con el que compuso las bandas sonoras de algunas de las películas de la directora Beatriz Sanchís. Fruto de esta colaboración, accedió al circuito de festivales de cine, como la Berlinale o el Festival de cine Español de Málaga. En este último, se hizo con la biznaga de plata a la mejor banda sonora por la película Todos Están Muertos. Paralelamente, Rux conoce a Julián Génisson y Lorena Iglesías y juntos crean el colectivo humorístico Canódromo Abandonado, adquiriendo rápidamente un estatus de culto dentro de la escena artística madrileña. Ellos fueron los responsables de la primera Brucesplotation española con su película La Tumba de Bruce Lee (2013). Recientemente, algunos reconocen a Rux como el americano que acompaña a Joe Crepúsculo en sus directos, y que compuso la balada Rosas en el Mar incluída en el álbum Disco Duro de Joe Crepúsculo. Una colaboración que comenzó en 2016 y que continúa hasta ahora. También ha conseguido reconocimiento con la composición de la banda sonora de la serie Vergüenza de Movistar + de Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero, aportándole un particular sabor afro-funk en clave lounge a la serie. Aaron Rux es un artista que trabaja en los márgenes pero que consigue colar su personal y subversivo universo estético dentro del mainstream de un modo natural. En 2016 publica Pacific Princess (2016, El Volcán Música), su primer disco en solitario concebido como un viaje en barco al atardecer. Con toques de lounge, bossa nova y bandas sonoras italianas de los años 70, la producción mezcla elementos electrónicos con instrumentos orgánicos, como una propuesta de música de happy hour actualizada.
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